Apetito por riesgo
¿De visita o a instalarse?
miércoles, 15 de febrero de 2012
Jimena Llosa.
Gerente de Estrategias de Inversión, Compass Group La actividad en Estados Unidos indudablemente repuntó, los precios de las viviendas habrían tocado piso, las tendencias de consumo mejoran y el dinamismo industrial asoma. A pesar de las rebajas en las proyecciones de crecimiento mundial para éste y el próximo año por parte del FMI en enero pasado, los indicadores publicados en lo que va corrido de 2012 en las economías desarrolladas mostraron cifras "alentadoras" relativas al nivel de depresión en que se encontraban las expectativas hacia fines del año pasado.
La actividad en Estados Unidos indudablemente repuntó, los precios de las viviendas habrían tocado piso, las tendencias de consumo mejoran y el dinamismo industrial asoma. También hay señales que se está volviendo a generar crédito de parte de las entidades financieras en Estados Unidos.
Europa sigue en graves problemas, no se ven soluciones claras de largo plazo, pero con Mario Draghi a la cabeza del Banco Central Europeo (BCE) las expectativas son menos negativas. Como lo vimos ayer con Grecia, los avances son lentos, pero logran contener posibles efectos nocivos.
Las economías emergentes se desaceleraron, con ello se están reduciendo las presiones inflacionarias y, al contar con medios más que suficientes, la aplicación de políticas contra-cíclicas les permitiría nuevamente salir airosas de una desaceleración global. China estaría experimentando un "aterrizaje suave" y las autoridades cuentan con el poder, medios y capacidad de acelerar o frenar la economía cuando sea necesario.
Las predicciones de desplomes en los márgenes de las empresas, de un cambio de tendencia desde ganancias a pérdidas debido al adverso escenario macro global, hasta ahora no se han cumplido. La desaceleración en el crecimiento de las ventas y utilidades efectivamente se ha dado, pero las utilidades observadas y proyectadas siguen en terreno positivo y la salud corporativa óptima a nivel mundial, en general. Los fondos mantenidos en caja de las compañías siguen históricamente altos.
La volatilidad se ha reducido significativamente; el índice VIX, que la mide, se sitúa en alrededor de 19 puntos, luego de haber terminado 2011 en 23 y alcanzado un máximo de 48 el año pasado. Las altas correlaciones entre activos que "penaron" a los mercados durante 2011 también se han reducido de manera importante.
Las valorizaciones se ven atractivas, las acciones globales a 11 veces razón precio/utilidad (12 meses estimada) con los niveles de tasas actuales, es claro reflejo de ello. Por otro lado, los dividendos están en niveles históricamente altos, lo que da soporte a la renta variable.
En lo que a liquidez se refiere, los flujos hacia los mercados emergentes – fuertemente negativos durante 2011- se han revertido decididamente en lo que va corrido del año. Además, las políticas monetarias "acomodaticias" adoptadas por el Fed de Estados Unidos, el BCE en Europa e incluso el Banco de Japón, dan soporte a los activos de riesgo, a las materias primas y presionan el dólar a la baja.
Cabe preguntarse si este rally de 2012 enero es un episodio más de la intermitencia de apetito/aversión al riesgo del año pasado; sin embargo, la actitud decidida de las autoridades económicas mundiales de proveer liquidez ilimitada podría ser evidencia de que las alzas son sostenibles, aunque selectivas. Por lo que es de esperar que las inversiones se dirijan hacia activos atractivos en términos de valorizaciones y sólidos fundamentos.
Prevalecen los riesgos, pero las probabilidades de riesgo sistémico (que ponga en jaque a la economía global) se han alejado significativamente. Una nueva recesión global debida a un desenlace catastrófico de la crisis de deuda europea no parece inminente. En el mediano a largo plazo hay que estar atentos a las presiones inflacionarias y posibles "burbujas" en los precios de ciertos activos. La volatilidad puede volver, ya que Europa sigue en la mira de los inversionistas, las tensiones en Medio Oriente están latentes y pueden aparecer "ruidos" políticos, comenzando por Estados Unidos de cara a las elecciones presidenciales en noviembre próximo.
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